¿El Diablo y Dios, Link y Ganondorf dos personas? Una leyenda llena de fantasía

Text recovered from 12.11.2007

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Me encontraba en una pequeña habitación después de aquel choque inesperado con el Doctor… digo después porque es lo último que puedo recordar antes de que aquel enano me dijera:

-Zelda, ¿Qué harías tú si te encontraras delante del botón rojo que destruye el mundo? ¿Huirías de tan insufrible imagen?

Le respondí:

-Yo soy quién apretará el botón.

A lo mejor Ganondorf es más fuerte que Link, o a lo mejor no. Lo que es seguro es que Link es el más rápido.

Y en ese momento me dirigí hacia la sala donde se encontraba el botón fatal. No estaba muy segura de lo que hacía y pensé:

-Cogeré una pelota, me giraré, la lanzaré en el aire y dejaré que Dios decida el futuro de todos los humanos.

Decidida, cogí una pelota, me giré de espalda al botón y la lancé. Pasó fregando mi divino cabello y lo noté como una suave caricia del destino. Pero la lancé con poca fuerza, la pelota tendría que dar un bote antes de llegar allí donde restaba el futuro de todos los terrícolas.

Ganondorf, siempre presente, interfirió en el futuro de los humanos cambiando con una fuerte ola de viento la dirección de la pelota.

Ésta aún no había botado cuando sentí que no estaba sola con Ganondorf, un tercer personaje (a quién no hace falta nunca invitar, pues es omnipresente) miraba aquella escena pendiente siempre de la esfera. Era Link, que conociéndose más rápido que el propio Todopoderoso, esperó que la pelota estuviera a punto de botar para cambiar su trayectoria.

Y Link rió como no lo había hecho nunca antes, pues se sentía inmensamente victorioso. Había burlado la voluntad del bien y había sometido el mundo a la voluntad del mal.

La pelota no golpeó el botón.

Artículo creado por shivaluki